Este post lo tenía pendiente desde hace mucho tiempo pero entre unas cosas y otras lo había dejado.
No se si conocéis el plástico mágico, ShrinkArt. Son unas láminas, del grosor de un folio normal, que al introducirlas en el horno, reducen su tamaño y aumentan su grosor. Se utiliza normalmente para hacer broches, colgantes y demás. En concreto como estos

Broches con plástico mágico de indulgy.com
Os voy a enseñar cómo lo hice yo, empezando por los materiales:
Utilizaremos: Rotuladores, celo, tijeras y las planchas de plástico mágico, que, como véis, no soy muy grandes. Es muy importante que os fijéis. Los plásticos tienen dos caras, una brillante y otra mate. El dibujo hay que hacerlo por la parte mate.
Lo primero es hacer el dibujo. Como yo no se dibujar, calqué un dibujo de un libro que compré hace mil años en el VIPS dómo hacer Kokeshis y lo calqué. Es muy importante que el dibujo que escojáis ocupe prácticamente toda la superficie ya que al hornearlo, reduce su tamaño prácticamente el 70%.
Primero dibujáis el contorno con lápiz y luego con rotuladores permanentes. Yo no lo he probado pero hay quien dice que se puede también colorear con lápices.
Cuando lo tengamos listo, coloreamos y al horno. Hay que ponerlo en temperatura 175º. cuando esté caliente, lo metéis y alucináis un rato. Lo pueden hacer también los niños.
En el horno, este plástico se encoge, retuerce y reduce durante un minutillo aproximadamente. Cuando dejan de moverse, lo sacamos y ponemos algo duro encima (una tabla de cocina mismamente) para que queden rectas.
Veís que quedan más pequeñas.
El plástico es bastante poroso y queda mate. Yo lo he barnizado, una vez frío para que no se mezclen los colores con barniz al agua.
Ahora sólo tenemos que pegarle un broche detrás y listo!
Si echáis su ojillo a esta búsqueda de Pinterest, podéis encontrar un montón de ideas. Podéis encontrar este plástico en sitios de papelería o en los grandes almacenes del logito verde.
Espero que os guste.