Hace mucho que no hacíamos una receta con los peques. Esta es taaaan fácil que no se como no la habíamos hecho hasta ahora.
¿No se os hace la boca agua sólo con verlas?
Empezamos con los ingredientes
Necesitamos sólo una cacerola y varios moldes de formas variadas. Nosotros utilizamos los moldes para cubitos de hielo de Ikea.
Las gelatinas se encuentran en cualquier supermercado.
Ponemos el agua a calentar y añadimos el azucar. Dejamos que se caliente pero sin llegar a hervir y vamos incorporando primero la gelatina neutra y después la de sabor.
Una vez estén todos los polvos disueltos, los incorporamos a los moldes que, previamente, habremos pintado con aceite de girasol pero muuy poco para que no de sabor.
Con estas cantidades nosotros llenamos cuatro moldes, así que salen bastantes. Eso sí, llenarlos sólo hasta la mitad o menos para que no sean muy gordas. Luego hay que dejarlos reposar unas 12 horas a temperatura ambiente o 4 horas en la nevera.
Luego lo desmoldamos y pasamos por azucar
Lo pasamos por azúcar y los metemos en un tarro chulo
Y ya están listas para tomar. Las nuestras son de sabor “tropical” pero podéis encontrar de un montón de sabores.
Una etiqueta casera y un poco de bakers twine y listo.
Animaros a hacerlo!